martes, 24 de diciembre de 2013
Noche Buena, Navidad, Noche Vieja; se supone que son días para estar feliz, disfrutar de los tuyos, pero en mi caso no es así. Me quedo empanada durante horas mirando la pared blanca de mi habitación con la música de fondo, como si nada me perturbara. Pienso en esos tiempos felices junto a él, y amargándome porque se que hay posibilidades de que no vuelva vivo de donde se fue, se me saltan las lágrimas. De repente recibo un Whatsapp del chico con el que salgo ahora, no es ni la mitad de especial esta relación como la anterior, pero tengo miedo de que no vuelva y pensar que he perdido el tiempo esperándole, prefiero pasar página y cuando regrese, volver a donde estábamos.
En muchas ocasiones le hecho de menos, en demasiadas ocasiones, le recuerdo siempre, me encuentro con algún chico alto con el pelo hacia atrás y no puedo evitar el salir corriendo gritando su nombre, y que el chico que se parece a él se gire en plan "wtf" y yo con cara de idiota, o ir por los sitios donde estuvimos para ver si le veo. Es una obsesión, ya no es sano estar así por alguien, por muy especial que haya sido, pero es difícil olvidar a alguien que te ha hecho sentir tan especial.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario