lunes, 24 de febrero de 2014

Pedacitos de mí

Estoy perdida dentro de mi, ya no me acuerdo ni quien soy, o más bien quien solía ser, en mi interior solo hay oscuridad, la oscuridad de la desconfianza, alumbrada por una pequeña chispa de autoestima, tan diminuta que no es capaz de alumbrar nada, la soledad recoje los pedacitos de mi corazón roto e intenta unirlo al igual que un puzzle, pero sin éxito alguno.
La soledad y la consciencia me ayudan a mantener mi cabeza en alto, y mis ojos limpios de envidia y maldad, mientras mi yo interior quiere gritar, salir corriendo, dejar de estar encerrado en lo más hondo de mi ser.
Mi cabeza, negra como una noche sin luna, esta llenas de sentimientos y pensamientos negativos, con la única idea de abandonarlo todo, rendirme e unirme a los vencidos, pero mi cobardía llega a ser mayor a mi depresión, ninguna salida es buena, todo son equivocaciones.
Me veo encerrada en una cárcel invisible, que me da cierta libertad, a la cual no quiero acceder, prefiero acompañarme de mi soledad y mi consciencia, las cuales nunca me dejaran sola, ni me defraudaran, aunque mi consciencia me juegue malas pasadas y la soledad no sea tan buena compañia.

jueves, 20 de febrero de 2014

Sentimientos negativos

Sentimientos y pensamientos negros rondan mi cabeza, no se que pensar ya de mi misma, me pierdo entre tanta mierda suelta y no se cómo ignorar todo lo malo que se me está viniendo encima, siento que estoy en calma pero en breves comenzará una guerra en mi interior. No se que hacer con mi vida, cómo dirigirla por el buen camino, amueblar mi cabeza. Todo esto me hace sentir perdida.
El otro día  en "Son Espases" fui a visitar a mi endocrino, el cual solamente me dio malas noticias, meses atrás me hice unos análisis los cuales decían que estaba muy deshidratada y anémica, ¿conclusión? Bulímia, pero no era algo que yo me provocará, sino que mi situación, el ambiente, todo. Todo ese cúmulo me producía, y me produce ansiedad y nerviosismo, eso me produce falta de apetito, o por lo contrario, me da por comer demasiado, lo cual acaba en cólico. Para solucionar esta situación no hay nada mejor que tomar antidepresivos, que más bien son somníferos...
Últimamente me da por pensar que el mundo es impar, no hay nadie que  me quiera de esa forma especial, no existe mi media naranja o mi príncipe azul que me rescate de esta mierda por la que estoy pasando, que me haga sentir bien, especial, querida, bueno, simplemente que me hagan sentir algo bueno. Pueden haber muchos pretendientes tras de mí, pero no me hacen sentir nada, será que aún no habrá llegado el adecuado, tampoco voy a estresarme por esto, voy a vivir mi vida, y cuando encuentre al adecuado pues, no se que haré.


sábado, 1 de febrero de 2014

Noche de Locos (3º parte)

Llegamos todos al camino asfaltado, ahí había un banco donde sentamos a Elvira, que aún no se había recuperado del todo, por no hablar de Oliver que andaba haciendo eses y hablaba de Dios. Decidimos andar hacia unas escaleras que estaban alumbradas por unas farolas, estuvimos ahí como una hora haciendo tonterías, Oliver vomitando y Elvira e Iván abrazándose, él le puso a Elvira su sudadera rosa; nos dispusimos a subir las escaleras, Elvira y Oliver encabezando y Francesc, Iván y yo a la cola. Elvira quería irse a casa, pero no se lo permití, se le notaba aun un montón que iba bebida, nos paramos en un parking. Oliver y David se fueron. Andrea, Noelia y yo teníamos que ir al baño, y queríamos mear en un sitio decente, fuimos de bar en bar hasta que nos dejaron los del Kebab; salimos de allí y nos dirijimos al parque donde estaban Francesc, Elvira e Iván y seguimos haciendo el tonto una hora más, pero la madre de Noelia la llamó por que ya era hora de estar en casa, Elvira e Iván se fueron a casa de Elvira, y Francesc y yo acompañamos a Andrea y Noelia a su casa, Andrea se quedo en casa de Noelia a dormir. Nos quedamos solos Francesc y yo, decidí acompañarle a su casa, fuimos hablando de la noche tan loca que vivimos, riéndonos de los sucesos; llegamos a su portal,, nos despedimos y me fui sola hacia mi casa.

Noche de locos (2º parte)

Fue una noche muy rara me pase gran parte de la noche bailando, restregándome, haciendo twerking  divirtiéndome hasta que veo que Iván se lleva a Elvira, preocupado por ella, yo también me preocupé, se desfasó y pagaba los efectos de beber mucho siendo una principiante en esto; entre los dos sujetándola, nos adentramos entre la maleza para que meara, en ese momento llamé a Yi para que me ayudara e Iván se fuera, ella meó, y en cuanto me giro veo a Iván tirado en el suelo, le dio algo parecido a un ataque al corazón, por que padece de ello; inmediatamente dejo a Elvira en manos de Yi y me pongo a gritar para que vengan todos, Francesc y yo ayudamos a Iván y lo llevamos hacia donde estaban nuestras cosas, me puse de almohada para el, le tapamos con todas las chaquetas; estuve a su lado hasta que se recuperó, ese fue nuestro momento para poder hablar tranquilamente; le acariciaba la cara y el pelo mientras me hablaba, me resistía, no quería pensar lo que pensaba, ni lo que sentía, me tenía que olvidar que me gustaba, que sentía y siento por él algo más, que en verdad no quiero su amistad, le quiero a él, pero en esa situación, con Elvira al otro lado, y ellos estando de novios; estaba atada de pies y manos, no podía hacer nada, no podía expresarme,decirle lo mucho que le quiero, las palabras que salieron de mi boca fueron: Nunca me separaré de ti. Me sentí incómoda y tonta por no poder decir lo que sentía. Sentía en mis piernas como temblaba, y se llevaba la mano al pecho, y me ponía nerviosa, aunque no lo exteriorizaba por que sino el se pondría más nervioso y no quería eso.
Yi se tenía que ir, así que nos tuvimos que levantar todos, recogimos los desperdicios que dejamos antes por el suelo.

Noche de Locos (1º parte)

No estaba segura de si debía ir a la fiesta que organizó mi mejor amiga, Elvira, con la que me peleé la semana pasada por estar de novia con el chico que me gustaba, y me sigue gustando, por desgracia, pero nos disculpamos los tres, aunque ahora estamos en un tipo de triángulo raro, pero me alegro por ellos.

Esa noche fuimos muchos más, nueve o diez personas, Elvira e Iván, Noelia, Andrea, Oliver, David, Yi, Francesc y yo. Fuimos bajo el puente que hay en el bosque de Son Vida, encendimos unas cuantas velas para iluminar aquel oscuro ambiente, hicieron falta las linternas de los móviles para iluminar el puente.
Iván sacó cuatro botellas de la mochila de Oliver, dos botellas de vodka, una sin sabor y la otra de vodka rojo, con alto grado de alcohol, otra de licor de manzana que era más flojo y una botella de Fanta limón. En ese momento empezó la verdadera fiesta, nos subió a todos muy rápido el alcohol, menos a Andrea y Francesc, que casi no bebieron, Elvira se desfasó, nos llegamos a liar, con lengua y con Oliver también paso lo mismo, nos liamos y más tarde nos dábamos besos con lengua a tres.