Es feo odiar a tus padres, desconfiar de ellos, pero después de tantas palizas tanto psicológicas; físicas y emocionales los acabas odiando, desconfías de todo el mundo, hasta que te das cuenta que gente que no es de tu familia, te quiere más que la misma, te enseña a quererte, a confiar en ellos y a querer a los demás. Las heridas aún están abiertas y seguir en esta situación es como echarme sal y limón sobre la herida, además de abrirme muchas más, y cada vez más ondas.
Puede ser que sea un hipócrita con doble cara, una sonriente y la de verdad, pero no me gusta que se me vea tal y como soy, por que soy débil y deprimente. Intento aparentar ser feliz, aunque en verdad nunca lo haya sido del todo y no sepa que es en verdad ser feliz.
Últimamente no paro de temblar del nerviosismo, cada vez tengo más miedo de llegar a casa para que se me insulte y se me agreda por tonterías, oír de boca de mi madre que he sido un problema desde que nací, y que he sido un error, y de fondo a su marido, mi "padre", riéndose de lo que esta sucediendo.
La gente que de verdad me quiere hace lo posible por hacer que recupere mi pobre autoestima, me enseñan a querer y a confiar, solamente ellos son mi familia, y siempre estaré agradecida, ojalá pudiera devolverles todo el cariño y amor que no me han dado mis propios "padres" GRACIAS os quiero.
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