Esas ganas inmensas de desaparecer, de huir y dejarlo todo atras no cesan en mi cabeza, ojalá un día las llevará a cabo, pero mi cobardía es mayor.
Vivo en un sinvivir, en un núcleo familiar donde se me utiliza como cobaya, un animal sin sentimientos cuyo fin es la muerte, en fin, da igual por que soy fácilmente reemplazable para cualquier corazón, o almenos así me lo han hecho ver desde pequeña. "Quien te va a querer a ti?", "gorda de mierda", "eres un mostruo", "ojalá no te hubiera parido" y un larguísimo etcétera de cosas que me repiten en esta familia.
Corro en todas direcciones y estas me traen al mismo lugar del que huí; no hay manera de huir, es como una cárcel invisible de la que yo misma que hago mi propia carcelera.
Las lágrimas no vacían el dolor de mi interior, la comida no llena mi falta de autoestima y estar con mis amigos no me proporciona la suficiente seguridad que necesitara. Las fuerzas me fallan de tanta tristeza, no se puede vivir así, pero si mi familia no me quiere, me hace pensar que nadie en la sociedad podrá hacerlo, ese miedo me corroe, no quiero terminar siendo una chica solitaria en busca de alguna amistad como una desesperada.
miércoles, 28 de mayo de 2014
Desaparecer, huir, dejar lo malo atrás
sábado, 3 de mayo de 2014
Estancada y sin futuro visible
Y después de tantos meses sin él vuelvo al punto de partida. Le echo tanto de menos, y eso me impide avanzar, dicen que el amor duele, pero esto ya me está matando. Estoy estancada pensando en que volverá de la guerra y todo volverá a ser como lo dejamos, pero arriesgarlo todo a una ficha no es bueno, lo se, pero estoy enamorada.
Los demás chicos con los que estado desde que se fue no le han llegado a la suela de los zapatos, las noches se me hacen eternas pensando en él y viendo las noticias me estremezco...no puedo, escalofríos y temblores se apoderan de mi cuerpo al pensar que puede tratarse de él.
Ha pasado tanto tiempo y aún no se me borra de la memoria nuestras conversaciones de medianoche, su cara tan seria pero a la vez de niño pequeño, sus ojos azul verdoso, sus tonterias; todo se me queda grabado en la mente como un tatuaje. Daría lo que fuera por volver a aquel tiempo en el que era feliz